El Consejo Internacional de Educación de Adultos (ICAE – International Council for Adult Education) agrupa a las ONG nacionales y regionales en el área de la educación de adultos. En la III Conferencia Mundial sobre Educación de Adultos de la UNESCO celebrada en Tokio en 1972, se constató la necesidad de contar con una organización de este tipo. Este Consejo de creó en 1973 y estableció su sede en Canadá. El nuevo presidente del ICAE es el Dr. Paul Bélanger, quien se desempeñó hasta fines del año pasado como director del Instituto de la UNESCO para la Educación con sede en Hamburgo, y quien es considerado como el «arquitecto» de la V Conferencia Mundial de la UNESCO celebrada en Hamburgo en el año 1997. El ICAE publica una revista, Connvergence, y un periódico. Sin duda, el ICAE apreciará el hecho de que la Declaración encuentre una amplia difusión, posiblemente también en otros idiomas. Para ello, sírvase comunicarse con la Sra. Eva Kupidera (www.web.net/icae).
Es necesaria la participación informada y efectiva de mujeres y hombres en todas las esferas de la vida para que la humanidad sobreviva y salga adelante frente a los desafíos que plantea el futuro.
Declaración de Hamburgo, UNESCO, 1997
Nosotros y nosotras, representantes de 704 organizaciones no gubernamentales que trabajan en la educación de adultos en África, América Latina, Asia, El Caribe, los Estados árabes, Europa, y Norteamérica, reunidos en Damasco, Siria, entre el 22 y 26 de setiembre del año 2000, con ocasión de la reunión del Comité Directivo del Consejo Internacional de Educación de Adultos , y con el auspicio del Ministerio de Cultura de Siria y el Consejo Superior de Alfabetización de Adultos, vemos con gran preocupación la falta de resultados concretos en la provisión de acceso y oportunidades para que las adultos, mujeres y hombres, puedan ejercer su derecho a aprender, por este medio hacemos el siguiente Llamado a la acción por la alfabetización y educación de adultos.
En todas partes, nosotras y nosotros, mujeres y hombres, ciudadanas y ciudadanos del mundo, en nuestros roles de madres y padres, de trabajadoras/es, artistas, educadoras/es y campesinas/os, estamos buscando alternativas para mejorar nuestras vidas y poder explorar, inventar, modificar, cuestionar, expresar nuestras opiniones, producir, y buscar oportunidades para el aprendizaje a lo largo de la vida en nuestra comunidad y más allá.
El Consejo Internacional de Educación de Adultos, así como otras organizaciones, ha enfatizado en todas las cumbres mundiales de la última década: en Jomtiem – Educación para Todos – (1990), en Rio – Medio Ambiente – (1992), en Viena – Derechos Humanos – (1993), en Cairo – Población – (1994), en Beijing – Mujeres 2000 – y en Copenhague – Desarrollo Social – (1995), en Roma – Seguridad Alimentaria – (1996), en Hamburgo – Educación de Adultos – (1997), en Estambul – Habitat – (1998) y en La Haya – Paz – (1999), que el elemento clave en el logro de la democracia y el bienestar, en cualquier lugar, es la creatividad de las ciudadanas y los ciudadanos.
Al mismo tiempo que reafirmamos el derecho a la educación como un derecho universal sin discriminación o limitaciones, nos consterna el hecho de que mujeres y hombres de los grupos menos privilegiados, personas con capacidad diferente, minorías étnicas y lingüísticas, niñas y niños de la calle y/o que trabajan, personas pobres del campo y la ciudad, personas nómades, emigrantes y refugiados/as, se encuentren aún luchando por oportunidades, igualdad, recursos adecuados y acceso a la alfabetización y a la educación básica para adultos y al aprendizaje a lo largo de la vida.
Se ha avanzado en concientizar acerca de la importancia de la escolarización de las/os jóvenes, pero lo que cuenta es la acción. No ha sido tratado suficientemente el tema de la provisión de oportunidades complementarias para las madres y los padres, la capacitación vocacional y técnica de adultos tanto en el ámbito laboral urbano como en de las comunidades rurales.
Apreciamos muchos logros significativos en el movimiento de alfabetización global y de educación de adultos, tales como los logros de Siria en el campo de la alfabetización y la educación de adultos. Dentro de las redes del ICAE también han habido recientemente acontecimientos importantes como la creación de la Red Árabe para la Alfabetización y la Educación de Adultos; el surgimiento de la Asociación Panafricana para la Alfabetización y la Educación de Adultos; el desarrollo de un rol activo de advocacy de la Oficina del Pacífico Sudasiático para la Educación de Adultos; el fortalecimiento en América Latina de la Oficina de Género y Educación especializada en educación de adultos con perspectiva de género; el fortalecimiento de los lazos entre la comunidad y la universidad a través de la Alianza Norteamericana para la Educación Popular de adultos así como también la educación de adultos a distancia con la universidad en el Caribe; el creciente rol político efectivo que juega la Asociación Europea para la Educación de Adultos; y finalmente la creación de redes temáticas no gubernamentales sobre educación de adultos y paz, derechos humanos, medio ambiente y alfabetización.
Cuando evaluamos los resultados de las cumbres mundiales en este cambio de siglo (Dakar, Jomtien + 10 -Educación para Todos en abril; Beijing +5 – mujeres 2000 – en junio Nueva York; y Copenhague +5 – Desarrollo Social – en Ginebra en julio del 2000), taœto a nivel nacional como global, nos damos cuenta del reconocimiento universal de la importancia y la necesidad del aprendizaje y la educación de adultos.
La respuesta, tanto en términos de políticas como en la práctica, se ha quedado, de manera desalentadora, muy atrás de las necesidades.
Mientras que la alfabetización y la educación de adultos han sido reconocidas como críticas para todos los aspectos del desarrollo humano y social, en realidad las oportunidades para que la gente adquiera la capacitación y el conocimiento para ser ciudadanas y ciudadanos activos, para jugar roles económico-productivos y para seguir sus metas personales de aprendizaje son inadecuadas.
Se alcanzó un consenso global:
Con pocas excepciones, los planes de educación nacional o bien no han incluido, o bien han descuidado de manera severa las políticas de educación de adultos, a pesar de los compromisos de los gobiernos con las declaraciones arriba mencionadas. Frecuentemente en aquellos casos en que el marco político es el adecuado, los mecanismos para su implementación no existen.
A pesar del compromiso de trabajo conjunto entre los gobiernos, ONG y otros grupos de la sociedad civil para propósitos de formulación, implementación y evaluación de políticas, esto no se ha desarrollado como se esperaba. Es importante que todos estos grupos reconozcan y respeten los roles, fortalezas y aportes de cada uno, sean transparentes y responsables entre ellos y ante la gente.
No podemos esperar hasta que la próxima generación acceda a una educación inicial mejor; la necesidad de una participación creativa e informada es inmediata. Las incertidumbres y los riesgos que tienen que enfrentar actualmente las/os ciudadanas/os requieren, sin más demoras, el apoyo para una participación creativa y una mayor competencia. Es ahora, y no en el 2015, cuando mujeres y hombres en las comunidades rurales y urbanas intentan y necesitan desesperadamente aumentar su autonomía de acción. Tenemos el suficiente conocimiento y la experiencia en todo el mundo como para mostrar los trabajos de aprendizaje de adultos y podemos marcar una diferencia. Llegó la hora de hacer que funcione para todas las personas.
Sin organizaciones no gubernamentales, globales y regionales, con un vigor renovado y orientadas hacia las redes, no se podrá implementar el derecho a la educación y no se podrá satisfacer la demanda de las adultos de reforzar su capacidad de acción.
Es entonces que el Consejo de Educación de Adultos hace los siguientes compromisos:
Ahora es el momento
¡Pasemos de las palabras a la Acción YA!